9º parte por Ioséf Cooper

Antes k naa kiero disculparme x no escribir esto… SE suponía k era para la semana pasada. Pero como siempre tengo una tardanza elegante. Weno sin nada más k decir aquí está la 9º parte del cuento.

Después de permanecer en el hospital por 4 días, decidí levantarme, buscar y recuperar mi identidad.

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Otra vez tengo esa maldita sensación. No puede ser!! NOOOO! AAA MIS MANOS! QUEMAN, queman, queman. Perdí mis huellas digitales. NO puedo sentir el aire, es más creo que no respiro y  ya no tengo pulso. Llevo 3 días en el cementerio, pero no encuentro la tumba de mi padre. Veo a mucha gente, llevan ropa negra, lloran, y abrazan las lápidas y a las personas que están alrededor. Veo Gente con cruces en el cuello, personas que lloran, personas que salen de un ataúd de madera.

No encuentro el nombre de mi padre. Ya no sé quién era o cómo apellidaba. No conozco a un alma en este maldito lugar…

-¿Buscas a alguien?

-Sí… ¿quién eres?

-El encargado del cementerio. ¿Buscas a alguien?

-Sí, a mi padre. Él está muerto.

-¿Por qué otra razón buscarías a alguien?- me miró raro y siguió preguntando- ¿Cuál es tu apellido para ver en mi registro?

-No tengo uno, o por lo menos tenía…pero se me olvidó.

-Repite

-Tenía uno, pero perdí mi identidad y ya no sé quién soy.

- Entonces… ¿que quieres que haga?, que desentierre a los muertos para ver a cuál te pareces?

Buena idea, pero necesitaría horas para desenterrar a la gente.

-Podría buscar si es que hay muertos sin apellido?

-Ok, dame 30 minutos.

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-Encontramos una tumba, pero recién ha sido cambiada. Está allá en Saint Luke

-Ok, gracias.

Al llegar vi una tumba, sin flores y una lápida que no tenía fecha de nacimiento ni tampoco pasto. Vi el nombre… Francisco…pero no sé si él fue o es mi padre. Bueno si esto no responde nada de mi origen, tendré que ir donde mi madre. Ojalá siga viva.

No será fácil  llegar hasta ella, no vive acá. Lo único que me acuerdo es que la abandoné en el Asilo hace 5 años. Pobre, ojalá se sienta bien y quiera hablar conmigo… (Solté una risa) y empecé a caminar.